Proyectos de reducción de emisiones

Para el clima global, no importa dónde se reducen los gases de efecto invernadero. Cada reducción beneficia también al clima global. Por lo tanto, las emisiones inevitables se pueden compensar en otros lugares, por ejemplo, en proyectos certificados de protección del clima. Si un comprador está preparado para pagar un precio por las reducciones de emisiones resultantes, este enfoque puede proporcionar un incentivo para las inversiones, por ejemplo: creando tecnologías amigables con el clima o proyectos de reforestación.

Varios mercados de carbono y programas de protección del clima utilizan este enfoque, principalmente para involucrar al sector privado como inversionista. El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC o UNFCCC por sus siglas en Inglés) tuvo un gran éxito entre los años 2005 a 2012, cuando el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE aceptó los certificados para compensar las emisiones de sus propias instalaciones industriales.

Por otro lado, el instrumento de protección del clima, CORSIA, es un mecanismo de compensación para intentar lograr, que el crecimiento de la aviación internacional a partir de 2020, sea neutral en emisiones de carbono. CORSIA también se está enfocando en proyectos de reducción de emisiones.

Con el reconocimiento de las llamadas reducciones de emisiones desde la fuente, la Directiva Europea de Calidad del Combustible apunta específicamente al sector del comercio de combustibles como inversionista en proyectos de reducción de emisiones. Éstas deben ser aguas arriba de las refinerías, y generalmente se refieren a proyectos de eficiencia energética en la extracción y producción de petróleo o la prevención de la quema de gas natural en los campos petroleros.

Otro campo para la reducción de emisiones se puede encontrar en el mercado voluntario. Aquí se pueden crear productos, servicios o empresas neutras en carbono, mediante la compensación de emisiones. Las empresas (o particulares) calculan las emisiones de sus actividades. En la misma cantidad, compran certificados de emisión para cancelar sus emisiones. Este tipo de iniciativas sirven en acciones de marketing o relaciones públicas, y se podrían utilizar para aumentar las ventas de un producto en ciertos grupos de clientes o, en general, para mejorar la reputación de una empresa en la esfera pública al resaltar su compromiso con la política climática. Existen normas y regulaciones especiales que se utilizan para este tipo de iniciativas.